La tradición del pastel de boda comenzó en la antigua Roma, en donde se elaboraba un pequeño pan con harina y sal. En la ceremonia de la boda el novio comía la mitad del pan y luego cubría de migajas a su novia, para simbolizar la abundancia y prosperidad del matromonio.
Durante la Edad Media se retomó esta tradición, pero ahora con más panes que se apilaban para formar una torre, dando forma a la tradición actual del pastel vertical.
Con el tiempo, la tradición del pastel ha ido evolucionando. Anteriormente se tenía la idea de que debía ser blanco, porque ese es el color que representa la pureza y que aporta paz, alivia la sensación de desespero y de shock emocional que podrían sentir los novios en la boda. Sin embargo, actualmente se observa toda la gama de colores.
Una costumbre que sí se mantiene es la de cortar el pastel juntos, como signo de la primera acción que realizarán siendo marido y mujer. Además, la torta simboliza la abundancia que se espera para el nuevo matrimonio y partirla juntos es augurio de que los novios se apoyaran mutuamente y buscarán el mejor porvenir juntos.
Y tú, ¿qué idea tienes para tu pastel de boda? ¡Platícame!
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